En una de esas raras ocasiones en las que un ministro de la Corte Suprema alcanza a renunciar, lo hace escribiendo una tierna carta de despedida al Jefe o Jefa del Poder colega. Pero esta vez uno de ellos lo hizo dejando una sigla críptica, que seguramente obsesionará a los futuros arqueólogos...tal vez el día en que renuncie Fayt.
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