Mientras Francisco se ha convertido en una enemigo acérrimo de la Mafia Calabresa luego de denunciar el tráfico ilegal de chorizo colorado, Nicolás Maduro combate la tristeza encarcelando a todos los empresarios que se niegan a celebrar anticipadamente la Navidad. Como todo superhéroe, debería tener su escondite secreto, pero allí todavía viven las hijas de Chávez.
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